La trayectoria de Christian José Ulloa con el autismo empezó con cambios sutiles que su familia notó hacia los 18 meses: había dejado de hablar, de responder a su nombre y de establecer contacto visual. Estos cambios, combinados con arrebatos frecuentes y sensibilidad a la rutina, llevaron a su madre, Vanessa, a buscar respuestas, descubriendo que el autismo podría explicar estos comportamientos. Cuando Christian fue diagnosticado formalmente a los 3 años, Vanessa sintió tanto alivio por comprender por fin a su hijo como ansiedad por el camino que tenía por delante. Esto marcó el comienzo del “redescubrimiento” de su hijo. Su diagnóstico se convirtió en un momento transformador, especialmente para Vanessa y Alberto, el padre de Christian. Éste, aunque profundamente emocionado, abrazó el camino a seguir por el bienestar de Christian.

Decididos a apoyar a Christian de la mejor manera posible, Vanessa y Alberto trabajaron juntos para redescubrir a su hijo, adaptándose a cada etapa con paciencia y amor incondicional. Este viaje encontró un nuevo impulso cuando se pusieron en contacto con Koala, la única agencia que garantizaba el apoyo a Christian a la vez que hacía que la familia se sintiera cómoda. La dedicada BCBA de Koala proporcionó a Christian habilidades vitales fundamentales, desde aprender el número de teléfono y la dirección de su madre hasta autorregular sus emociones, una progresión que Vanessa describe como decisiva.

Desde que empezó la terapia ABA, Christian ha hecho progresos impresionantes. Su regulación emocional ha mejorado significativamente, lo que le permite disculparse tras momentos difíciles, y ahora se expresa con mayor facilidad. El momento de mayor orgullo para Vanessa fue cuando Christian, a pesar de hablar poco, protegió valientemente a su hermana recuperando un juguete que le habían quitado y asegurándose de que estaba bien.

Las comidas favoritas de Christian son la pasta, el pollo con patatas fritas, el arroz con frijoles y la limonada, que le gusta preparar él mismo. Su espíritu aventurero le ha llevado a Colorado, Nueva York, Connecticut, México, Colombia y a un crucero de Disney a las Bahamas. Extrovertido y creativo, a Christian le encanta montar en bici, columpiarse en el parque e inventar historias con sus juguetes. Su lado creativo brilla en su amor por el dibujo, los Legos y el juego imaginativo, mientras que la conexión con su hermana refleja su naturaleza de gran corazón.